
Se trata de una
novela para niños y adolescentes que trata de una carrera contra el tiempo que
realizan dos personajes. Uno de ellos es un jovencito de 13 años que se
despierta en un lugar desconocido y descubre que perdió la memoria. Junto a él
aparece un personaje enigmático que se hace llamar Gepetto y dirige una huida
espectacular de unos seres llamados “Zynobioydes”, raza guerrera de otra
galaxia con un plan de exterminio de la vida en la Tierra.
La persecución
se ambienta en paisajes urbanos de Montevideo como la Estación Central de
Ferrocarril, la Planta de Refinería de Petróleo o la Aduana, marco para
explosiones y combates espectaculares con corridas, saltos, bombas térmicas,
aceleradores de tiempo y cubos con antimateria.

También recorren
espacios cerrados como el quirófano de un hospital o una discoteca, donde se le
plantea a nuestro protagonista el dilema de elegir a alguien que va a morir a
manos de los invasores para que el resto de la humanidad pueda salvarse. Una
reflexión rescata este momento: “Nadie
tiene derecho a quitarle la vida a otro, aunque se trate del peor de los
asesinos.”
Más adelante encuentran
robots con aspecto humano, conocidos como androides, que nos recuerdan
películas como Blade Runner, de Ridley Scott. Estos seres fueron utilizados
para explorar la galaxia y someter planetas rebeldes como un ejército
obediente. Sin embargo, en determinado momento comenzaron a tener pensamientos
propios, surgiendo así la “inteligencia artificial” que les permitió tener
emociones y conciencia. De esta manera desarrollaron un interés especial por
tener sus propias máquinas servidoras u “ovejas electrónicas”. Buscaron crear
máquinas sin conciencia que los sustituyeran y de esa forma liberarse
retirándose a sus mundos, pero no fueron escuchados por los humanos que los
reprimieron para someterlos al control, dando comienzo a una guerra. Estos
conflictos posibilitaron la llegada de los “Zynobioydes” a los cuales describen
como:
“… una peste que está a punto de borrar del
universo a la especie que cometió el peor de los pecados; intentar privar a sus
iguales de lo que nos hace únicos e irrepetibles, la capacidad de amar.”
Nuestro personaje
escucha con atención diversas historias que le va contando su apurado compañero
que va envejeciendo en un tiempo paralelo hasta que a punto de morir le hace
una confesión inesperada que cambiará su vida.
En el epílogo de
la historia aparecen confesiones y búsquedas del autor que te dejarán
boquiabierto/a.
Creo que es una
historia llena de aventuras que por momentos recuerda a las películas de acción
. Tiene también el valor de citar obras literarias como Frankestein o Pinocho,
a propósito de la generación de la vida en los libros de ficción. Y al final
nos impulsa al límite entre la realidad y la ficción cuando toma contacto con
los manuscritos que le acerca un médico. Las ilustraciones son muy buenas,
aunque creo que pierden un poco de fuerza al estar en blanco y negro.
Me interesa
impulsar el género de ciencia ficción que es poco frecuentado en nuestra
biblioteca y es muy rico en aventuras y piensa la realidad muchas veces desde
punto de vista diferentes.
Sobre el
autor: Fernando González nació en el otoño de 1962.
Como escritor ha sido premiado en Uruguay, por la Intendencia de Montevideo y
el Ministerio de Educación y Cultura. También ha recibido premios en Venezuela
y Ecuador.
Otras obras de
interés para jóvenes: El hacedor de
pájaros, Este libro está maldito, Lugar imposible, 21 poemas raritos.
Sobre el
ilustrador: Alfredo Soderguit nació en Rocha en 1973 y
siempre le gustó dibujar a partir de películas y enciclopedias. Ilustra libros,
pero también diseña escenarios y personajes de videojuegos, dibujos animados,
arte para cine y fotografía. Seguramente conocés su obra porque fue el Director
de la película animada ANINA YATAY SALAS basada en la novela de Sergio López
Suárez.
Por detalles o
comentarios pueden escribir a: http://www.santillana.com.uy/nuevehoras
o a http://blogs.montevideo.com.uy/nuevehoras.